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Cómo la Atención Plena puede elevar tu Productividad al máximo

Posteado: 16 enero, 2024

En un mundo donde la búsqueda de mayor productividad personal y profesional a menudo nos conduce hacia soluciones tecnológicas como herramientas avanzadas, plataformas digitales, e incluso la inteligencia artificial, existe un enfoque esencial que frecuentemente se pasa por alto: la Atención Plena o Mindfulness.

Este antiguo, pero poderoso, método se destaca por su simplicidad y efectividad, ofreciendo un camino alternativo para mejorar nuestro rendimiento diario tanto en el ámbito laboral como en el personal.

Hoy te cuento cómo la Atención Plena puede transformar no solo tu productividad, sino también tu bienestar general, en un mundo donde la tecnología domina pero no siempre resuelve las necesidades humanas más profundas.

¿Qué es la Atención Plena?

Se refiere a la práctica que nos invita a vivir con propósito, sumergidos por completo en el momento presente, en lugar de fragmentar la atención en diferentes direcciones.

Cuando exploramos las raíces de la Atención Plena nos lleva a tradiciones meditativas orientales, donde la conexión consciente con la realidad es un arte ampliamente practicado y venerado. El Mindfulness es un faro que nos guía hacia la paz mental y la ecuanimidad y resulta imprescindible en nuestro acelerado mundo moderno.

¿Para qué sirve la Atención Plena?

Desde la reducción del estrés y la ansiedad hasta la mejora de la salud mental, la Atención Plena se erige como una aliada en la toma de decisiones conscientes, la base de una productividad auténtica y sostenible.

No se trata solo de un ejercicio mental, sino de un catalizador para la productividad.

Al maximizar la eficiencia y calidad del trabajo, se convierte en la fuerza motriz que impulsa la maquinaria de la vida profesional. La gestión del tiempo se transforma en una danza armoniosa, y la creatividad florece en una mente despejada y focalizada en el aquí y ahora.

Cómo se practica la Atención Plena 

La práctica comienza con técnicas simples pero poderosas, como la respiración consciente y la observación sin juicio de valor.

Incorporar estos ejercicios en el día a día se convierte en el primer paso hacia una mente más clara y centrada.

La respiración consciente es mucho más que un acto fisiológico; es una práctica deliberada que consiste en dirigir la atención al flujo constante de la respiración, anclándonos en el presente. Al centrarnos en cada inhalación y exhalación, creamos un espacio de calma que nos conecta con el momento actual, disipando distracciones y tensiones.

Por otro lado, la observación sin juicio implica permitir la aparición de pensamientos, emociones y sensaciones sin censuras. Se trata de adoptar una actitud de curiosidad y aceptación hacia nuestra experiencia, liberándonos de la tendencia a evaluar o clasificar. Estas prácticas, cuando se integran, proporcionan una base sólida para la gestión del estrés, la mejora del enfoque y el fomento de una mayor conciencia en nuestra vida diaria.

En el entorno laboral, la Atención Plena se integra con prácticas específicas, desde pausas y respiraciones conscientes hasta evitar la reacción automática y fomentar el feedback constructivo.

No es solo una pausa en la rutina diaria, sino un cambio de paradigma que redefine nuestra relación con el trabajo, y con los demás, promoviendo la calma y la productividad sostenibles. 

Ejercicios diarios que puedes realizar para mejorar la Atención Plena:

  • Respiración consciente cada mañana: dedica cinco minutos al despertar a una respiración consciente. Siéntate cómodamente, enfoca tu atención en tu respiración, inhalando y exhalando siempre por la nariz. Siente el flujo de aire en tu cuerpo y observa cómo calma tu mente para comenzar el día con claridad. También puedes utilizar la respiración yogi -o pranayama-: respiración cuadrada (inspirar, retener y exhalar en 2, 4 u 8 tiempos); respiración de fuego (inspirar y exhalar rápidamente y con ruido) y/o respiración alternada (tapar el orificio derecho con el pulgar derecho. Inspirar por la fosa nasal izquierda, retener unos segundos y tapar esa misma fosa con el pulgar derecho. Exhalar por la fosa derecha. Repetir).  
  • Pausa consciente mientras estás en el trabajo: programa recordatorios breves a lo largo del día para realizar una pausa consciente durante tu jornada laboral. Cierra los ojos por unos minutos y realiza respiraciones profundas. Observa tus pensamientos sin juzgarlos y regresa a tus tareas con una mente renovada y enfocada. Puedes agregar carteles en tu escritorio o avisos en tus calendarios compartidos para avisar a tus compañeros que estarás “en pausa” y así evitar interrupciones. 
  • Caminata mindful en tu hora de comida: convierte tu pausa para el almuerzo en una caminata con sentido. Siente el contacto de tus pies con el suelo, observa el entorno y presta atención a los sonidos a tu alrededor y a los aromas. Esta práctica no solo recarga tu energía física, sino que también nutre tu atención y presencia.
  • Atención Plena en la comida: al menos una vez al día, realiza una comida con Atención Plena. Apaga dispositivos electrónicos, come sin distracciones y siente cada bocado. Observa y siente los sabores, texturas y olores. De esta manera, cultivas la atención plena en un acto cotidiano. Pruébalo además mientras cocinas, friegas los platos y al ordenar la casa. 
  • Rutina de Atención Plena antes de dormir: antes de acostarte, dedica unos minutos a una práctica de Mindfulness. Siéntate o acuéstate cómodamente, deja los dispositivos electrónicos en otra habitación o sobre tu mesa de noche procurando ignorar las notificaciones. Realiza respiraciones conscientes y lleva tu atención a cada parte de tu cuerpo (escaneo), liberando tensiones. Observa tus pensamientos sin apegarte ni identificarte con ellos; permitiendo que la mente se serene antes de dormir. Esta rutina contribuirá a un descanso más reparador.

¿Hay alguna relación entre Atención Plena e inteligencia emocional?

La respuesta es sí.

La Atención Plena no solo despierta la conciencia, sino que también ayuda a fortalecer la inteligencia emocional.

La autoconciencia y la regulación emocional se tornan más accesibles, convirtiéndose en cimientos esenciales para relaciones más saludables -comenzando por el vínculo con uno mismo-, tanto en el ámbito personal como a nivel profesional.

La función del Coach de vida en el desarrollo de la Atención Plena

El Coach de vida emerge como el guía en este viaje hacia la Atención Plena.

Más allá de proporcionar técnicas, el coach facilita la exploración profunda de patrones de pensamiento y comportamiento, así como de las herramientas, talentos y dones propios de cada persona; allanando el camino hacia un mayor autoconocimiento y, por ende, una mayor productividad.

7 pasos que sigue un Coach de vida que trabaja la Atención Plena con su consultante

El trabajo de un Coach de vida en la integración de la Atención Plena con su cliente o consultante implica un enfoque personalizado y cuidadoso para cultivar la conciencia y mejorar la calidad de vida del individuo.

Estas son algunas estrategias y técnicas que un Coach de vida puede emplear:

  1. Evaluación inicial: el coach comienza por realizar una evaluación inicial para comprender el nivel de familiaridad y experiencia del cliente con la Atención Plena. Esto incluye explorar cualquier resistencia o inquietud que pueda surgir.
  2. Establecimiento de metas: en colaboración con el cliente, el coach identifica y define metas específicas relacionadas con la Atención Plena. Estas metas pueden abordar áreas como la gestión del estrés, la mejora de la concentración y la productividad o el cultivo de la resiliencia.
  3. Enseñanza de técnicas de Atención Plena: el coach introduce y enseña técnicas fundamentales como la respiración consciente, la meditación guiada y la observación sin juicio. Adapta estas prácticas según las preferencias y necesidades individuales del consultante.
  4. Integración en la rutina diaria y en situaciones específicas: junto al cliente, el coach explora cómo incorporar la Atención Plena en la rutina diaria. Pueden establecer juntos momentos específicos para la práctica, como al despertar, durante las pausas laborales o antes de dormir, para que ésta  se convierta en una parte integral de la vida cotidiana. También el coach orientará en la aplicación de la práctica en momentos de presión laboral, desafíos personales e interpersonales; como situaciones de conflicto con la pareja, la familia o los amigos.
  5. Exploración de obstáculos y resistencias: durante las sesiones, el coach trabaja con el consultante para identificar posibles obstáculos y resistencias que puedan surgir en la práctica de la Atención Plena. Juntos, desarrollan estrategias para superar estos desafíos, fomentando la perseverancia y la consistencia en la práctica.
  6. Feedback y ajustes continuos: a lo largo del proceso, el coach proporciona feedback constructivo y realiza ajustes según las necesidades cambiantes del cliente. Esta retroalimentación asegura que la práctica de la Atención Plena evolucione de manera efectiva y se adapte a la vida en constante cambio del individuo.
  7. Promoción de la autonomía: el objetivo es que el individuo se convierta en su propio guía, creando nuevos hábitos y aplicando las herramientas aprendidas de manera independiente para el crecimiento continuo.

A través de esta colaboración personalizada, el Coach de vida desempeña un papel crucial al guiar y apoyar al consultante en el desarrollo de la Atención Plena como una herramienta transformadora para el bienestar y la mejora de la calidad de vida.

El Mindfulness o Atención Plena no es solo una técnica, sino un cambio de paradigma y de perspectiva, que puede transformar radicalmente la productividad.

Si buscas alcanzar una vida más plena y significativa, hablemos. Agenda una llamada conmigo y te ayudaré a alcanzar tu máximo potencial y mejorar tu bienestar. 

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Soy Caro Zabalza
Coach de vida especializada en Bioneuroemoción® & Desarrollo Humano

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